viernes, 1 de enero de 2016




La estimulación del lenguaje: Adivinanzas y trabalenguas



Cuando los niño y niñas tienen problemas para articular correctamente un sonido, nos dicen que es porque no realiza correctamente las praxias. Eso está muy bien pero...

 ¿Qué son las praxias?

Son movimientos organizados, de mayor o menor dificultad, que se hacen para alcanzar un objetivo (en este caso, pronunciar correctamente los diferentes fonemas). Debido a que en la boca no sólo se realizan actividades relativas al habla, hay que tener en cuenta que la realización más o menos dificultosa de los movimientos podrían involucrar al soplo, la alimentación...
Los ejercicios más comunes que se realizan cuando un niño tiene algún tipo de dificultad en la realización de las praxias, suelen englobar movimientos que incluyen los labios, la lengua, los músculos cercanos a la boca, la mandíbula o el velo del paladar.

Para realizarlo se precisa una gran agilidad y coordinación de la lengua que, generalmente, se adquiere a los seis años; pero esto no es universal en todos los niños, ya que hay algunos que la adquieren un poco más tarde o, incluso, antes de esa edad.

¿Cómo se practican las praxias?

Para facilitar una correcta articulación es preciso ejercitar y agilizar previamente los órganos que intervienen en la misma.
Lo más fácil es que tanto el adulto como el niño se sienten frente a un espejo; de este modo se podrán observar los movimientos que se realizan y compararlos
Gracias a esta posición, el pequeño podrá ver los progresos conseguidos a medida que adquiere mayor agilidad, coordinación y fuerza en sus músculos, logrando las posiciones que coincidan con los puntos de articulación más importantes.
Es conveniente que al hacer estos ejercicios no intentemos corregirle el fonema mal articulado, sino enseñarle uno nuevo, para que, una vez conseguido, sustituya al defectuoso.
Si hacemos lo contrario, podríamos conseguir que se centre excesivamente en corregir la articulación que tenía mal formada, pensando en las nuevas posiciones que tienen que tomar sus órganos de articulación, creando así una tensión inútil en todos los órganos que tiene que poner en juego.
Los ejercicios de praxias han de ser de corta duración (de dos a tres minutos de duración y con pausas intermedias), para evitar tanto la fatiga muscular como el cansancio y la falta de motivación por parte del niño.
También se harán varias series de repeticiones, ya que así conseguimos las asociaciones necesarias entre el sonido exacto de un fonema y los movimientos precisos de articulación, elaborando así los estereotipos correctos de la articulación de los fonemas trabajados.
 En los videos que se muestran a continuación se pueden practicar las praxias bucales.



miércoles, 16 de diciembre de 2015


Este blog ha sido creado por un grupo de alumnos del segundo ciclo de Educación Infantil, con la intención de favorecer el desarrollo del lenguaje oral.

Para ello, nos ayudaremos de recursos tecnológicos como los videos que mostramos a continuación.